Alianza de Amor

Concretamente, esto significa conocerla y admirarla como modelo del hombre nuevo y tratar de imitarla asumiendo un estilo mariano de vida. Supone también crecer en la confianza en Ella y cultivar su cercanía, con la certeza que Ella acompaña siempre a su “aliado”, lo protege, lo bendice y educa. Para llevar la Alianza de Amor a la vida, el P. Kentenich desarrolló medios ascéticos, como por ejemplo, el trabajo con el “ideal personal” y “el horario espiritual”, que han sido fecundamente utilizados a lo largo de generaciones de schoenstattianos…
La Alianza de Amor con María es la forma original que tiene Schoenstatt de vivir la alianza bautismal. En ella se expresa y se garantiza nuestra alianza con la Santísima Trinidad. Entendida así, es “la fuente de la vitalidad y el centro de la espiritualidad de Schoenstatt”, el corazón de Schoenstatt.
El amor a María, expresado en esta Alianza, se transforma en el medio más rápido y seguro de vivir en un contacto vivo y permanente con el Dios de nuestra vida y de nuestra historia. Por la Alianza de Amor nos convertimos en “Familia”, pues todos los que sellan la Alianza se saben y sienten hijos de María y, por ello, hermanos entre sí.
De esta Alianza de Amor, vivida en profundidad, nace también una fuerte conciencia de misión; lleva a quienes la sellan a convertirse en eficaces instrumentos en manos de María, para colaborar con ella en la renovación religioso-moral del mundo. Por esta Alianza de Amor, Schoenstatt realiza su compromiso de construir la historia en dependencia y contacto filial, libre y total con Cristo, el Señor de la historia, a través de María, su Colaboradora permanente.
“Para nosotros, la Alianza de Amor con la Santísima Virgen, tal como se ha dado históricamente y tal como se manifiesta, es una profunda renovación fortalecimiento y seguro de la alianza bautismal; es decir, de la alianza con Cristo y la Santísima Trinidad” (P.J. Kentenich, 1952).
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